El Pomsky surge de la idea de un cuidador estadounidense, al cual se le ocurrió cruzar un Husky hembra con un Pomerania macho. Llevándose a cabo el proceso de cría, el dueño fue seleccionando aquellos perros que conservaron la apariencia de la madre y el tamaño del padre. El resultado fue la creación de perros Husky pomsky siberiano, con el tamaño de un Pomerania.
A partir de ese momento, el Pomsky se convirtió en un verdadero fenómeno de masas y, actualmente, su venta se ha expandido por múltiples países del mundo.
El extraordinario trabajo de los primeros criadores americanos, que mantuvieron cuidadosamente generación tras generación de pomskies lo más cerca posible de su estándar ideal, es decir, un aspecto husky, un tamaño miniaturizado y un temperamento más bien pomerania, finalmente está dando sus frutos, ¡y nuestros magníficos Pomskys son los dignos representantes!
Originalmente, los cachorros de Pomsky se producían cruzando un Husky hembra y un Pomerania macho mediante inseminación artificial. Hoy en día, la mayoría de los criadores serios trabajan al menos con Pomskies de 2ª o 3ª generación (llamados F2 y F3), que producen cachorros mucho más homogéneos en cuanto a morfología, tamaño y carácter.
F1: Cruce inicial, la primera generación de pomsky: cruce entre una hembra Husky y un macho Pomerania. Es el cruce más aleatorio en cuanto a resultados, con grandes diferencias entre los distintos cachorros de una misma camada, y morfologías y características a veces muy diferentes del estándar deseado.
F2: Cruce entre dos Pomskies F1 que, tras una cuidadosa selección, empieza a dar resultados más homogéneos.
F3: Cruce de dos Pomsky F2: es a partir de estas generaciones que trabajamos en Pomsky Can Fosalba, los tamaños, tipos y caracteres son mucho más fijos.
F4: Cruce entre dos Pomskies F3
F5: a partir de esta generación, ya no contamos en número, el Pomsky se considera genéticamente estable. Todos los criadores deberían aspirar a este ideal si esperamos ver algún día al Pomsky reconocido oficialmente como raza canina.
Existen 3 tamaños diferentes de pomsky :
El Pomsky pertenece al grupo 5: perros de tipo Spitz y de tipo primitivo. Es elegante y equilibrado Proporcionado, de tamaño mediano a pequeño. Sus músculos son firmes y bien desarrollado, sin sobrepeso. La estructura ósea es moderada y proporcional a su tamaño. Su cuerpo está cubierto de un buen pelaje. El Pomsky es fácil y libre de mover, sin molestias para el cuerpo o articulaciones. Es un perro grácil, ligero en sus movimientos. Sus orejas deben ser rectas, puntiagudas y vueltas hacia adelante. Su cola tupida o en cepillo (según el tipo de pelo) llama la atención. suele llevarse enrollada sobre la espalda o en posición vertical. Tiene una mirada franca y segura de sí mismo.
Carácter y temperamento
Los Pomsky son perros alegres, afectuosos y dinámicos. Son extrovertidos, confiados, seguros de sí mismos, no agresivos y sociables con los humanos y otros perros.
Son relativamente fáciles de adiestrar y no padecen los problemas de comportamiento que a menudo se achacan al Husky, que originalmente es un perro de trineo nórdico (huida, recuerdo escaso o imposible, terco, independiente, no soporta la soledad, difícil de motivar y adiestrar).
Tampoco queremos que herede comportamientos indeseables que puedan estar presentes en el Pomerania (ladrador, posesivo, a veces asociativo, miedoso).
Como no queremos todos estos defectos, seleccionamos reproductores con un comportamiento equilibrado.
¿ Y en un piso ?
Contrariamente a lo que se pueda pensar, un piso es perfectamente adecuado para un Pomsky, siempre que se le pueda sacar al menos 3 veces al día, incluyendo un paseo largo.
Además, un Pomsky será mucho más feliz en un piso con dueños implicados y activos que todo el día solo en un gran jardín.